Cuando se habla de tipos de disoluciones, estamos hablando de un proceso común que ocurre entre un soluto y un solvente, causando con esto una mezcla homogénea entre dos o más sustancias químicas o naturales. Las cantidades de solutos pueden ser mayores a uno, mientras que en la mezcla existe un solo disolvente, o mejor conocido como solvente.
Lo anterior describe y confirma el hecho de que las cantidades de solvente tienden a ser mayores a las del soluto. Además, las disoluciones pueden encontrarse en cualquier estado de la materia (líquido, gaseoso y sólido), sin embargo, las soluciones que se encuentran en estado líquido, tienden a ser las más frecuentes en estos procesos.
Un ejemplo particular y común con el que podemos aprender sobre disoluciones químicas, es aquel que habla sobre la combinación de agua y azúcar (líquido y sólido), en donde la sustancia sólida tiende a diluirse en el agua y deja de distinguirse a simple vista. A esto se le conoce como una disolución química y a esto se refiere el hecho de ser homogéneas, ya que esto significa que los componentes no se distinguen entre sí.
Qué son las disoluciones químicas
Como hemos mencionado con anterioridad, las disoluciones químicas son mezclas homogéneas que surgen de la combinación de solutos y un solvente, en donde por regla general las cantidades de estos suelen ser similares con un deje de inclinación mayor en cuanto al solvente, ya que este tiende a ser el que cuenta con mayor cantidad en la mezcla. Además, el soluto siempre debe encontrarse en un estado distinto que la propia disolución, mientras que el solvente se encuentra en el mismo estado físico que esta.
Al existir una combinación de este tipo, surge lo que se conoce como una reacción química que da lugar a un cambio energético, de modo que ocurre la fusión entre ambos elementos y surge la mezcla homogénea, en donde el soluto tiende a disolverse en el solvente y no se nota a simple el cambio. Estos tienden a observarse en la densidad de la mezcla y en su sabor.
Volviendo al ejemplo del agua con el azúcar, si bien a simple vista continúa pareciendo agua, al probar la mezcla se siente el cambio y al medir su densidad final, se nota que esta ha variado por el peso del azúcar. Sin embargo, se necesitan algunas pruebas simples para notarlo, ya que la homogeneidad no permite la visualización de ambas sustancias en una sola.
Otras disoluciones que ocurren de forma común, son aquellas que surgen en la atmósfera, cuando los gases se fusionan formando así una disolución. De la misma forma, al combinar agua con gas, esto genera que el gas se diluya en el agua, formando también una disolución química.
Tipos de disoluciones químicas
En términos generales, las disoluciones químicas se dividen en diversos tipos de acuerdo a sus concentraciones, por lo que surge una clasificación que se descubre gracias a sus características.
De acuerdo con lo anterior, hemos de mencionar los distintos tipos de disoluciones químicas que existen:
- Diluidas. Las disoluciones diluidas son aquellas que se caracterizan por contener un disolvente y distintos solutos, en donde los últimos tienden a estar en pequeña escala, generando que la mezcla permita más soluto.
- Concentradas. Estas disoluciones son aquellas que se caracterizan por contener una cantidad de soluto mayor que en las diluidas, y aun así seguir soportando más soluto.
- Saturadas. Estas son las disoluciones que no soportan más soluto a menos de que se encuentran en ciertas temperaturas, ya que de otro modo son capaces de precipitarse.
- Sobresaturadas. Estas son aquellas disoluciones que estando saturadas, reciben más soluto del que el disolvente es capaz de soportar, manejando las temperaturas con mucho cuidado. Tiende a precipitarse parte de la mezcla si se mueve de forma brusca.
Características de las disoluciones químicas
Las disoluciones químicas presentan una serie de características específicas de las cuales hablaremos a continuación:
- Son mezclas totalmente homogéneas, lo que quiere decir que la combinación del soluto con el solvente solo generan una mezcla que a simple vista no demuestra tal combinación.
- Sus elementos no podrás ser separados una vez que ocurra la disolución, sin importar el tipo de procedimiento que se lleve a cabo (centrifugación o filtración).
- Para que una disolución química ocurra, es necesario que se combine, al menos, un soluto con un solvente, siendo este último cuya cantidad es mayor.
- A pesar de que a simple vista se observa igual el volumen de la mezcla, el mismo suele ser distinto al final que al principio debido a la cantidad de soluto que se le añade.
Ejemplos de tipos de disoluciones
Algunos ejemplos de disoluciones químicas tienden a ser generales y comunes, encontrándose en el medio ambiente o en actividades que llevamos a cabo a diario. Entre estos destacan los siguientes:
- La combinación de agua con oxígeno. Esta se observa en el mar, ya que el mismo contiene oxígeno para que los animales mamíferos puedan respirar.
- La combinación de agua con sal o azúcar, lo cual ocurre de forma diaria en cualquier lugar del mundo.
- La combinación de agua con alcohol etílico.
- La combinación de agua con dióxido de carbono, la cual ocurre de forma común en las bebidas gaseosas que suelen ser comercializadas.