Las disoluciones químicas son aquellas que se diferencian en tipos gracias a sus niveles de concentración, en donde en este artículos abordaremos ampliamente el tema de las disoluciones concentradas.
Cuando hablamos de una disolución, estamos hablando de mezclas homogéneas que se forman gracias a la combinación de un soluto y un solvente, en donde en múltiples ocasiones ocurre que más de un soluto se encuentra diluido en un mismo solvente sin problemas. Al mencionar una mezcla homogénea, haciendo énfasis en este término, estamos hablando de mezclas en las que el resultado final no demuestra la combinación de los elementos.
Es decir, explicándolo de otro modo, cuando los elementos se combinan, cuando el soluto se encuentre totalmente disuelto, la mezcla se verá particularmente idéntica al comienzo. Esto se debe a que cuando ocurre la reacción química entre los elementos de la mezcla, esta se lleva a cabo a un nivel molecular que impide que los componentes de la mezcla se dejen ver a simple vista.
Para lograr lo anterior, se necesita de un microscopio a través del cual se logren establecer las diferencias entre los elementos de la mezcla. Por ejemplo, cuando se diluye azúcar en agua, la mezcla se verá como si fuese agua solamente, y solo a través de esta herramienta se lograrán observar las partículas del soluto. Por otro lado, esto también se logra a través de la densidad y el sabor de la mezcla.
Los tipos de disoluciones químicas que existen actualmente, partiendo de su concentración, son las siguientes: diluidas, concentradas, saturadas y sobresaturadas. En donde las primeras son aquellas que cuentan con la menor cantidad de soluto de todas, y la última, la mayor cantidad del mismo. En este artículo abordaremos a gran escala la definición de las disoluciones concentradas.
Qué son las disoluciones concentradas
Antes de hablar de las disoluciones concentradas, hablaremos un poco sobre las diluidas, con el fin de tener una base sobre la cual comenzar. Las soluciones diluidas son aquellas que se caracterizan por ser las mezclas bases de todas las demás, especialmente porque son las que cuentan con la menor cantidad de soluto de todas. Estas sirven para medir las cantidades faltantes o sobrantes de una mezcla y para alcanzar la concentración requerida.
Ahora bien, cuando hablamos de las disoluciones concentradas, estamos hablando de aquella mezcla homogénea que cuenta con una cantidad de soluto indicada, e incluso mayor, en cuanto a la cantidad de solvente existente en la mezcla. A partir de una solución diluida puede surgir una concentrada, si se le agrega más soluto, mientras que una disolución concentrada puede volverse una diluida, siempre que se le añada más solvente.
Cuando se habla de la concentración dentro de la mezcla, se habla directamente del rango de valor en cualquiera de sus propiedades. Es decir, en una mezcla con distintos solutos, uno de ellos puede estar elevado. Un ejemplo de esto es una merengada de cambur, en donde el azúcar sea el soluto concentrado. Esto tiende a adivinarse gracias a su sabor, el cual será muy dulce.
Las disoluciones saturadas son aquellas que contienen altos niveles de soluto en cierta cantidad de solvente, en donde este soluto puede estar relativamente igual al que se encuentra en una solución concentrada. La diferencia entre ambas mezclas radica en que en la solución concentrada no se necesita calor adicional para seguir añadiendo soluto, mientras que para seguir añadiendo soluto a una mezcla saturada, es necesario elevar su temperatura.
Cuando a una mezcla se le agrega demasiado soluto gracias a la elevada temperatura de la misma, acaba convirtiéndose en una mezcla sobresaturada, las cuales tienden a precipitarse una vez que se le mueve de forma brusca o, en su defecto, no se eleva su temperatura y se añade más soluto.
Características y propiedades generales de las disoluciones concentradas
Las disoluciones concentradas son aquellas que se caracterizan principalmente por lograr solubilizar una cantidad mayor de soluto sin necesidad de encontrarse a cierta temperatura. De lo contrario, pasaría a ser una solución saturada o sobresaturada.
Por otro lado, estas mezclas cuentan con un alto nivel de proporción de soluto en cuanto al volumen del solvente. Además, cuentan con un nivel de molaridad, molalidad y normalidad, que suele ser mayor a las que se encuentran en las disoluciones diluidas.
Finalmente, otra de sus características principales es que se congelan a temperaturas muy bajas y de forma más rápida que las soluciones diluidas. Añadiendo a esto se destaca que estas soluciones cuentan con un nivel menor de presión de vapor del que se consigue en las soluciones diluidas.
Ejemplos de disoluciones concentradas
Para entender mejor de estas mezclas, a continuación algunos ejemplos de disoluciones concentradas:
- La miel casera es una solución concentrada, que cuenta con un nivel elevado de azúcar.
- El agua de mar es una solución concentrada, cuyo nivel de sales es elevado.
- La combinación de agua con dióxido de carbono es una solución concentrada, mejor conocida como agua carbonada.