Las disoluciones químicas forman parte de un proceso que se observa comúnmente y de forma diaria en cualquier hogar, o en su defecto, en los laboratorios químicos de cualquier país, ya que se trata de un procedimiento que se lleva a cabo con un soluto y un solvente, formando con esto una mezcla homogénea. Se pueden combinar más de dos sustancias, por lo que la disolución puede estar conformada por más de una sustancia, así como el soluto.
Qué son las disoluciones químicas
Ampliando un poco más el tema, hemos de destacar que las disoluciones químicas no son más que diferentes mezclas homogéneas que pueden surgir entre dos o más sustancias que se conforman entre solutos y solventes.
Cuando se habla de soluto, se habla de la sustancia que se encuentra en un estado de la materia distinto que la disolución, mientras que el disolvente será aquel que se encuentre en el mismo estado físico que la misma. Una vez que ambos componentes se fusionen, ocurrirá un cambio energético ya que surge una reacción química debido a las diferencias existentes.
Cualquiera de los dos elementos se puede encontrar en estado líquido, sólido o gaseoso, siempre que ambos sean distintos con el fin de que ocurra la reacción química. Es decir, cuando se combina un líquido con un gas, ocurre un choque de energía entre ambos y el gas tiende a disolverse en el agua, formando entonces agua con gas. Esta mezcla en particular se encuentra permanentemente ocurriendo en la atmósfera de nuestra Tierra.
Si bien a simple vista es complicado observar la combinación de ambos elementos, las disoluciones tienden a descubrirse a través de observaciones en el microscopio, ya que para que ocurran, las moléculas del soluto se encuentran en tamaño molecular, lo que nos impide ver de buenas a primeras la combinación de los elementos.
Otra de las especificaciones de las disoluciones químicas, es que las mismas se mantienen puesto que a través de la filtración es imposible separar ambos elementos, ya que el soluto tiende a ionizarse en el agua. Además, cualquier disolución real se mantiene siempre homogénea, lo que se traduce en un conjunto de características identificas que incluyen olor, sabor y aspecto, entre otros.
Tipos de disoluciones químicas
Existen distintos tipos de disoluciones químicas que se diferencian entre sí de acuerdo a su concentración, ya que si bien tienden a ser homogéneas en general y cuentan con características idénticas, no son iguales entre ellas.
Los principales tipos de disoluciones químicas que existen, son los siguientes:
- Disoluciones diluidas. Este tipo de disolución química es aquella que se caracteriza por contener en su mezcla una cantidad menor de soluto en cuanto a la capacidad de disolvente, lo que quiere decir que este último es capaz de soportar más.
- Disoluciones concentradas. A diferencia de la anterior, este tipo de disolución ya cuenta con una cantidad llamativa de soluto en cuanto al disolvente, por lo que su concentración es alta. Sin embargo, a pesar de ello, el disolvente es capaz de seguir soportando más soluto.
- Disoluciones saturadas. Las saturadas son aquellas disoluciones que cuentan con la incapacidad de tolerar más soluto siempre que se encuentren a cierta temperatura. De acuerdo con los expertos, si esta temperatura aumentase, el disolvente podría soportar más cantidad de soluto de forma moderada.
- Disoluciones sobresaturadas. Para finalizar, se encuentran las sobresaturadas, las cuales son aquellas que aún estando saturadas, tienden a aumentarles la temperatura de modo soporte más soluto, para luego bajar nuevamente la temperatura de modo que la mezcla no se precipite. Esto último es capaz de ocurrir si el soluto agregado es exagerado o si la mezcla es movilizada de forma brusca.
Características de las disoluciones químicas
Una disolución química cuenta con ciertas características que permiten que las mismas se diferencien de otras disoluciones, por lo que es necesario prestar atención a las mismas y así no confundirlas.
Las principales características de las disoluciones químicas, son las siguientes:
- Son homogéneas. En esto no existe variación. Cualquier disolución química se caracteriza principalmente por tratarse de una mezcla homogénea en donde las cantidades del soluto y solvente tienden a ser relativas, incluso si son cantidades pequeñas.
- Sus elementos no pueden separarse. Una vez que se forme la combinación entre soluto y solvente, ambos no podrán separarse por ningún tipo de procedimiento, incluyendo filtración y centrifugación.
- Consta de dos elementos. Si no existe una combinación entre un soluto y un solvente, no existirá la disolución. Esto ocurre ya que el soluto necesita al solvente con el fin de que forme parte de la disolución en sí.
- Los volúmenes varían. Una vez que una disolución se forma tras la combinación del soluto y el solvente, el volumen final tiende a ser distinto al volumen inicial, ya que el mismo se convierte en la suma de los volúmenes de ambos elementos.
- Existen diferencias entre las cantidades de los elementos. De forma común, la cantidad de disolvente tiende a ser mayor a la cantidad de soluto, aunque esto tiende a ser variable en todo momento.
Ejemplos de disoluciones
Actualmente, en cualquier momento de nuestras vidas somos capaces de crear una disolución química, y es que no se trata de utilizar elementos químicos específicos para poder lograrlo. El ejemplo más claro de esto, es la combinación de agua con azúcar o sal, lo que genera que las partículas sólidas se disuelvan en el líquido.
Ahora bien, generando un ejemplo más complicado, se encuentra aquel que combina el oro con el mercurio, lo que acaba formando una amalgama. A esto se le conoce como una disolución química acertada. Otra disolución común que ocurre, es aquella que combina el vapor de agua con el aire.